Hoy he soñado que me encontraba sentado en un banco sentado junto a mi Annie Hall particular, es de noche y suena de fondo Marshall Brickman mientras miles de imágenes de la ciudad pasan sin cesar hasta pararse en esa bella estampa de dos enamorados( Dos farolas, el puente Brooklyn y el discurrir del East Rider) y todo en blanco y negro.
Querida Annie, fantástica hall, mi amada Annie Hall. Todavía no sé que ha pasado. ¿ Por qué se acabó? ¿ Que hice mal? Hasta que conocí a Annie, mi vida era un mal chiste. Una vida llena de infelicidad, soledad, tristeza .... y pasa todo tan deprisa.....lo mismo pasaba en cuanto a mis relaciones con mujeres, son como cualquier novela que contuviese estas dos palabras “VIDA Y MUERTE”. Bella dualidad tan dispar pero que se identificaba perfectamente con mi forma tan particular de vivir. Pequeños bocados de amor , relaciones pasajeras, sexo sin fin y sin sentido y con un único fin: “EL ADIÓS”.
Desde que nos presentaron la primera vez todo fue perfecto. Largas conversaciones en cafés, tardes viendo películas ( te perdono aunque te quedaras dormida), abrazos, mimos, salidas nocturnas y fotos, ¡¡muchas fotos!! Pero poco a poco, me sentía distante,como aquel chiste que se le atribuye a Groucho Marx y que sale en el libro “EL CHISTE Y SU RELACION CON EL SUBCONSCIENTE” de Freud y dice así: “ NO QUIERO PERTENER A UN CLUB, QUE TENGA ALGUIEN COMO YO DE SOCIO” No sabia como decirla que no entraba en mi vida, que me hacia daño. Sus caricias, todo aquello que me excitaba dejaba de hacerlo y no sabia porque. Después de mucho tiempo me arrepentí de abandonarla en Barcelona, ¡¡No saben cuanto!! pero quizás no hubiera sido como yo me había imaginado. Hace poco hable con ella, se sorprendió al volver escuchar mi voz por teléfono . No me recriminó el pasado como muchas otras. Es lo bueno de Annie, siempre sabe sacarte una sonrisa cuando peor lo pasas.
Para ti Annie! Espero que quedemos pronto a tomar algo!!
Un besín!!
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