Una voz desesperada revolotea en forma de angustia por nuestra cabeza. Dicen que suelen verle con una trompeta, que respira el aire que el respira. Llora y le acompaña en su melancolía. Se pinta la cara y se la adorna con una graciosa nariz roja que soporta al fin al cabo la vergüenza de llamarnos personas. Hace frío, La chaqueta que lleva no es de lujo, son harapos, pero le tapa la tristeza de la soledad de lo que antes fue y de lo que es ahora. Solo le queda el recuerdo y una misión, que esta balada triste de trompeta sea recordada no como la única, sino como la primera de un sin fin de canciones de un magnifico artista.
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